Si has trabajado con un salario fijo, el mayor ajuste inicial puede ser aprender a sobrevivir con un salario no tan regular al entrar en el mundo de los instrumentos de inversión de renta variable. Establecerse y desarrollar un flujo constante de negocios lleva tiempo, y una interrupción o pérdida de cliente puede afectar tus flujos de efectivo y desorganizar tus planes.
La mejor estrategia es tomarse un tiempo para organizarse y planificar. Aquí te presentamos cinco consejos para comenzar:
1. Realiza un seguimiento de tus ingresos y presupuesto
Lleva un registro de los ingresos de tu negocio para saber cuánto estás ganando en promedio por mes. A partir de ahí, puedes desarrollar un presupuesto sólido que contemple todos tus gastos, incluyendo tu propio salario. Si tienes meses en los que ganas más que la media, reserva el excedente para ayudar a suavizar los períodos de desaceleración.
Investiga aplicaciones y software disponibles en el mercado para ayudar a automatizar y organizar tus esfuerzos. Es fundamental mantener registros precisos, así que guarda todos los recibos, ya que podrías reclamar algunas deducciones fiscales más tarde para ahorrar dinero. Considera abrir cuentas bancarias específicas para distintos propósitos, como comerciales, personales, de emergencia y fiscales.
2. Ahorra, ahorra… y luego ahorra un poco más
Los ingresos inconsistentes son una realidad para los empresarios individuales, especialmente al principio, cuando están estableciendo contactos y un flujo constante de negocios. Incluso aquellos que están bien establecidos pueden tener dificultades para que los clientes paguen a tiempo, ya que algunas organizaciones pueden tardar semanas en procesar las facturas.
Para superar tiempos difíciles, sé constante al reservar fondos en una cuenta de emergencia. Una regla general es reservar de cuatro a seis meses para gastos de subsistencia. Si tus gastos son altos, puede ser prudente ser conservador y ahorrar más. Intenta evitar depender de las tarjetas de crédito, ya que las deudas pueden aumentar rápidamente.
3. Presta atención a tus impuestos
Los días de centrarse en el 15 de abril como el día de impuestos han terminado. Como tu propio empleador, la responsabilidad de pagar impuestos federales y estatales recae completamente en ti. Además de pagar impuestos sobre el trabajo autónomo, debes pagar impuestos sobre las ganancias de tu negocio.
En general, la mayoría de los propietarios individuales necesitan presentar una declaración anual, pero se deben pagar impuestos estimados trimestralmente. Este proceso permite distribuir el pago de impuestos a lo largo del año para que no te encuentres con una gran cantidad al final del mismo. Considera transferir el 25 al 30 por ciento de cada cheque de cliente a tu cuenta fiscal para ayudar a cubrir los pagos.
4. Asegura tu seguro de salud
Decir adiós al empleo en una empresa significa decir adiós también al plan de salud. La salud es costosa de reemplazar, pero es una necesidad, sin importar cuán joven y saludable seas.
Existen programas federales disponibles para aquellos que califican, como Medicare o Medicaid, y health.gov sirve como un mercado para planes privados, pero asegúrate de confirmar las fechas de inscripción abiertas. Dependiendo de tu situación, podrías calificar para algunos subsidios.
Los planes con deducibles altos tienden a costar menos mensualmente, pero pagarás más de tu bolsillo al visitar al médico. Estos planes suelen funcionar bien para personas menores de 30 años y con buena salud. En algunos casos, una cuenta de ahorros de salud puede ser compatible, permitiéndote ahorrar dinero antes de impuestos para gastos médicos calificados.
5. No te olvides de la jubilación
La jubilación puede parecer muy lejana, pero este es el momento de reservar fondos para que tengan tiempo de crecer.
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